A ella la conocí por cosa del destino. Un día llegó y me dijo algo. Yo, si mal no recuerdo, le respondí con la gentileza que me mostró.
Nos hicimos amigos. Somos amigos. Y aunque nunca nos hemos visto, sabemos que contamos en uno con el otro. Además, me agrada cuando su hija Legna me llama tío.
Mari Valladares, con algo muy suyo.
miércoles, mayo 09, 2007
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