Adiós partí y me llevé entre otras cosas una pizca de tu magia, un pan y una prenda con tu aroma...
El autobús dejó nuestra ciudad llorona, y me inundaron los recuerdos entregándome a la noche como un cuervo que se va a morir.
No es justo hablar de esta forma, pero me duele la sombra. Un tonto dijo: ¿por qué riegas las rosas marchitas?
Quizá no deba contarte, pues es quitarme la ropa para enseñarte una herida que tú, que tú ocultas a solas...
Adiós, mi bien, dejé debajo de la tarde mis deseos aún calientes, vibras de la buena suerte y una carta con mi nombre, firmada fuego y sangre, y mi fe en el amor.
(Letra de la canción "Adiós, partí", de Real de Catorce)
miércoles, enero 23, 2008
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